La realización de cortometrajes se aprende mejor a través de la experiencia y solo mejora con la práctica. La experiencia de hacer una película es diferente cada vez y, por lo tanto, presenta un sinfín de oportunidades de aprendizaje y experimentación.
Cada proyecto cinematográfico plantea un desafío diferente y cada vez más complejo, brindando a los participantes la oportunidad de desarrollar rápidamente sus habilidades y crecer como cineastas.